La alegría de Vivir

Por: Marlene Socorro Herrera Huerta

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A pesar de las adversidades de nuestras vidas tenemos el compromiso de nosotros mismos de disfrutar cada instante de nuestra realidad. No hay nada que no podamos vencer, excepto la muerte. De esta manera la alegría de vivir es una meta constante de subsistencia.

Nuestra alegría de vivir   abarca todo de uno mismo y de nuestro alrededor, principalmente de nosotros mismos. De la manera más atenta, logremos complacernos en nosotros mismos. El compromiso es solo nuestro. Nadie vendrá a hacer lo que a ti te corresponde. Es una decisión y actitud al mismo instante.

Esa alegría de vivir es como una sonrisa constante a todo lo que no suceda. Una sonrisa puede cambiar la vida de otra persona. Luchemos juntos por crear espacios de una ayuda constante hacia el prójimo.  

Enfoquemos toda nuestra energía a la alegría, ésta nos ayuda en todo momento y más en tiempos de dificultad y sosiego. Cumplamos la meta que el hijo de Dios hizo aquí en la tierra.   

Jesús dio su vida por todos los pecados de la humanidad y eso no es cualquier cosa. Su muerte es un inicio de una transformación de toda índole, sea, histórica, social, política, religiosa, un inicio que abarca un gran cambio de mentalidad sea, cualquier creencia religiosa.  Por esta razón, enfoquemos todo sueño, meta, ilusión para vivir de acuerdo al Señor. 

Amado Padre queremos agradarte y ser benévolos en nuestro diario vivir, ayúdanos a dominar todo impedimento.

Necesitamos ver con ojos espirituales toda nuestra supervivencia. Nada puede ser peor, no haciendo cambios en nuestras vidas. La alegría debe ser nuestra aliada en todo momento. 

La alegría de vivir debe ser en todo momento y tiempo.  No hay razón por la que nos deprimamos, todo es evolutivo, es saber que nada es fácil, lleva un periodo en todo y vivir para el Señor es una muestra de madurez. 

Tu gozo del Hijo de Dios es tal que debemos impregnarnos de la Palabra del Padre.