Por: Marlene Socorro Herrera Huerta
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Soltar y dejar ir es una cualidad que no todos deseamos cultivar, o no estamos preparados para experimentar. Soltar y dejar es como levantar la cara al firmamento y seguir tu camino, el que tu desees, lo importante es no quedarse quieto.
Debemos levantarnos con mucha fuerza, volver a empezar, otra vez luchar. No ganamos con solo recordar, nos hundimos más y de ahí no salimos. Debemos salir de ese laberinto el cual vivimos. Vamos a empezar nuevamente, todo está en nuestras manos, sal de ese encierro, de esa esclavitud, ya hasta aquí, ya no más. Debemos soltarlo y dejarlo ir.
Levantar la cara en todo y para todo. Sí, así es, porque nos damos la oportunidad de iniciar otra vez. La vida misma es de esta manera. Es saber levantarse cada vez que nos caemos e iniciar una nueva vez más.
Cada vez que levantas la cara es creer por un nuevo futuro. Arriba ese ánimo decaído, arriba esa energía, que es ese ser superior, que te sostiene en los momentos más oscuros de tu vida. Escucha tu corazón, éste no se equivoca. Ese instinto que todos poseemos nos alienta, nos edifica tanto como nosotros queramos. El límite tú lo decides.
De esta manera, levantar la cara es en cualquier circunstancia que se nos presente, y al mismo tiempo, una habilidad que debemos atesorar aprendiendo de nuestros errores, para no volverlos a cometer por segunda o tercera ocasión más.
Finalmente, la decisión es tuya, levanta la cara al cielo siempre y vivirás muy feliz. Y vuelve empezar desde cero. Siempre los días son nuevos.
Letras Fijas de Atmósfera 