Reencontrarse con una amistad de la juventud.

Autora: Marlene Socorro Herrera Huerta

Marlene_magdaline@hotmail.com.

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No sé imaginan lo hermoso reencontrarse con una amistad  de la juventud. Es volver revivir esos recuerdos que sólo  nos traen alegría  en nuestros corazones. Tuve la dicha de vivir esa experiencia  inolvidable.

Es una nueva clase de amistad. Es iniciar una hermosa  amistad  no desde cero,  sino de una nueva faceta de la amistad.

Así  cómo  dice el libro de Proverbios  17:17

El amigo muestra su amistad todo el tiempo – es para la adversidad que tal hermano nació. 

Es así que esas palabras  me llegan hasta el alma, porque fueron momentos  muy hermosos e inolvidables. Sacó lo mejor  de mí  y adquirí  sabiduría  y una gran plena satisfacción  hacia  mi vida.

Revivimos recuerdos  que pensamos  habíamos  olvidado. Volvimos a reírnos de nuestras peripecias y de nuestras vivencias juntas. Ha sido mágica esa relación. Tiene  todos los ingredientes  de una bella amistad. Todos los momentos  en los cuales  estuvimos  juntas fueron realmente magníficos y memorables .

Y  es una gran bendición  volver a reencontrarnos en nuestro  presente. Nuestros mundos  cambiaron  drásticamente  y al mismo  tiempo nosotras Igualmente, pero el cariño  y el aprecio siempre  estará  ahí  en nuestros corazones.

Les invito que vivan al máximo  sus amistades porque no saben si el mañana  cambie para bien o para mal.

Siempre  estaré  agradecida  por su vida, porque pude cambiar muchos aspectos  de mi vida personal.

Porque me dibujó una sonrisa  enorme y  ver mi vida  desde otra perspectiva.

Siempre  la bendeciré  y la recordaré  toda mi vida.

Porque  la amistad  llega a nuestras vidas y el Padre nos la presentan como el mejor regalo  que uno no se espera.

Y el Padre nos dará  todo  sin esperar  nada a cambio,  es dar el corazón  con una gran sinceridad  y que el Padre tiene tiempos perfectos  para  cada uno de nosotros.

Les exhorto  que  la amistad  es como una hermandad que difícilmente  se olvida. Es ir más allá  de nuestros límites y tu vida se enriquecerá  para una eternidad. Pero el gozo y la alegría se multiplican  al ciento por uno. Y vivir esa experiencia de vida es como estar un momento  en el paraíso, en compañía  de esos humanos  que marcan tu vida y se convierten  en seres excepcionales.

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